¿De qué va la novela La Maldición de Kylemore?
La Maldición de Kylemore, mi segunda novela, vuelve a ser como mi primer libro Regreso a París una historia que se desarrolla en tres momentos diferentes. La trama principal es la de Adriana y se desarrolla en París, en 2006. Adriana es una aspirante a escritora e hija de un escultor español muy reconocido. Sin embargo, desde su juventud, vive relaciones sentimentales que acaban, irremediablemente, fracasando. ¡Algunas de ellas con verdaderas tragedias! La novela debuta cuando, justo a la mañana siguiente de romper con su novio, Adriana recibe un mensaje inesperado. Su amiga Gela, que conoció el año que estuvo interna en Irlanda, se casa. Y, nada más y nada menos, que en ese colegio irlandés, Kylemore Abbey School, donde tuvieron que hacer una promesa: renunciar al matrimonio para sobrevivir. Su otra amiga de la infancia, Ida, lo recuerda perfectamente.
Para enfrentarse a aquella maldición, Adriana volverá a sumergirse en su año de interna, a través del diario que escribió en el internado. En el que acabará descubriendo un mundo de enigmas y traumas que quizá no haya superado…
¿Las otras historias de la novela La Maldición de Kylemore
Siglo XIX. El señor y la señora Henry se enamoran de la región de Connemara donde vienen a pasar su Luna de Miel y, años después, mandan construir un precioso castillo en el que educarán y vivirán con sus nueve hijos. A lo largo de su investigación, Adriana descubrirá entre esas paredes y vida familiar aparentemente perfecta, la presencia de Demian, un extraño personaje, hijo de unos empleados del Señor Mitchell Henry, que ronda por sus jardines en su silla de ruedas.
¿Quién es ese Demian? ¿Sera el causante de los ruidos que, de noche, oían las internas del colegio de Kylemore?
Demian va en silla de ruedas, posee una inteligencia inigualable, un físico de una belleza singular, pero ha sufrido una desgracia. Demian nació paralítico. Tan solo la hija menor de los Henry, Geraldine, verá en él algo especial y no querrá nunca abandonarlo. Demian que ha nacido en Connemara, siente un lazo especial con el lago que rodeada el jardín.
Poco a poco, Adriana aprenderá que amores irresueltos rondan por el castillo en el que ahora viven las internas y que ellos sean los que causen el tremendo malestar. ¿Quizá Geraldine y Demian, como los Señores Henry, no pudieron culminar ese amor? Ayudada por los estudios de Sister Anne, una de las monjas benedictinas que vive en el colegio, Adriana irá desenredando una trama que se remonta a la noche de todos los tiempos, hasta el trágico final de los anteriores habitantes del castillo de Kylemore.
Por eso, la novela de La Maldición de Kylemore, es mucho más que una historia de fantasmas.
Si has leído mi primera novela Regreso a París, sabes lo que me gustan las mezclas de tramas, personajes, momentos y lugares. En la novela La Maldición de Kylemore, conoceremos a los personajes en varios momentos de su vida. Uno es “la suma de todas las decisiones que tomamos en nuestra vida”, como dice mi admirada María Dueñas en El tiempo entre costuras, una novela que me fascinó. Asimismo, los personajes se mueven por varias ciudades que me son muy queridas. París, Dublín… París, la ciudad en la que crecí y en donde me siento en casa. Por eso, mis personajes, aunque sean españoles, como Adriana y su padre, viven en Francia. Y Dublín, donde también viví unos meses en mi juventud. Irlanda es para mí una isla mágica, que me inspira a la hora de crear.
Mezclo también los géneros literarios, el epistolar, el histórico, el fantástico y el gótico. Introduzco tanto verdaderas leyendas irlandesas de gigantes que circulan por la isla, como paisajes escalofriantes, sonidos indefinidos, voces que parecen provenir del más allá a través de las aguas del lago. El Realismo mágico está presente por todas partes, quizá incluso más que en Regreso a París. Aquí la naturaleza juega un papel esencial y el lago que refleja la realidad y esconde las realidades pasadas…
Por favor, si acabas leyendo esta novela peculiar, me encantará saber qué te ha parecido y si has adherido, como yo, a pensar que ese mundo mágico, onírico tiene su presencia diariamente en nuestra realidad. ¡No dejes de contármelo!
