Santa Hildegarda de Bingen (también conocida como Santa Hildegard o Hildegarda de Bingen) fue una monja, escritora, compositora y mística alemana que vivió en el siglo XII. Nació en el año 1098 en el seno de una familia noble y a la edad de ocho años fue ofrecida como obsequio al monasterio benedictino de Disibodenberg, donde comenzó su formación religiosa. A los 38 años, Hildegarda fundó su propio monasterio en Bingen, donde se convirtió en abadesa y vivió el resto de su vida.
Casi mil años después de su nacimiento, seguimos refiriéndonos a Santa Hildegarda de Bingen, no solo por su labor mística sino por su obra literaria, musical y filosófica. Escribió numerosos libros sobre temas teológicos, médicos, botánicos y filosóficos, y también compuso música litúrgica. Sus escritos y música reflejan una profunda comprensión de la naturaleza, la espiritualidad y la curación.
Santa Hildegarda de Bingen, de monja a visionaria y curandera benedictina.
Me gusta incorporar a mis novelas de ficción, un marco de histórica real. Novelas que se inscriben dentro del género del Realismo Mágico, en el caso de La Maldición de Kylemore, no solo aparece la historia familiar de los primeros habitantes de ese castillo, la familia numerosa de Mitchell Henry, sino que uno de mis personajes favoritos, la monja Anne o Sister Anne como la llamo, está leyendo uno de los libros de Santa Hildegarda de Bingen.
Hildegarda afirmó haber recibido revelaciones directas de Dios, y habló sobre temas como la naturaleza divina, la creación y el papel de la humanidad en el mundo. Estos personajes capaces de ver lo que llamaríamos el mundo invisible y que siempre han existido tanto en literatura como en la vida real, detienen la clave de lo que luego se convirtió en el Realismo Mágico en el arte.
De Santa Hildegarda, Sister Anne en la Maldición de Kylemore lee el Libro de las piedras que curan, y basándose en sus teorías, esta monja también benedictina intenta curar el mal que padecen ciertas alumnas y que la medicina tradicional no puede hallar remedio.
¿Por qué siempre elijo personajes místicos como Santa Hildegarda o Sister Anne, en mis novelas de Realismo Mágico?
El papel de la monja que, como sabes si has leído Regreso a París o La Maldición de Kylemore, son fuentes de inspiración para mí, me gusta porque me parece que van a contracorriente de lo que se lleva hoy en día. Mujeres que deciden entregar su vida al silencio, al estudio, sin necesidad de seguir las normas sociales que dictan el matrimonio, la familia o una profesión remunerada, me parecen mujeres fuertes, decididas y valientes. En el caso de Sister Anne, opta por esta vida monacal para quedarse a vivir en Kylemore e investigar a su gusto, el resto de su vida, los raros acontecimientos que ocurren en esta abadía.
Pero hemos empezado hablando de Santa Hildegarda de Bingen… ¿No te parece impresionante, “mágico” diría yo, que hoy en día sigan vigente las enseñanzas de una monja que dijo recibir del Espíritu Santo un sinfín de enseñanzas sobre las plantas, las piedras y el papel de la humanidad?
Y si te cuento que mientras redactaba la novela de La maldición de Kylemore, fuimos al Castillo d’Urtubie, en la Costa vasca francesa y allí nos esperaba una exposición sobre Santa Hildegarda de Bingen… ¿No te parece una coincidencia bastante reveladora para una escritora que no cree en las coincidencias sino en perfectos movimientos del universo?
Y tú, ¿crees en que no somos capaz de ver, sino de sentir, ese mundo desconocido que llama a nuestra puerta a través de juegos de coincidencias, revelaciones y azar?
2 comentarios en «¿Quién era Santa Hildegarda de Bingen y porque es personaje en mi segunda novela <em>La Maldición de Kylemore</em>?»
Me sorprende que hables de Realismo mágico como un género cuando fue un movimiento literario ya extinto en el que se habló del mítico boom latinoamericano. Genios inimitables y con unas características muy concretas. Nada de literatura para mujeres. Y , por supuesto, no existe el género como tal .
Gabo, Cortazar, Vargas Llosa , Rulfo.
El Boom literario americano al que usted se refiere, no es realismo mágico. Que algunos autores, como Márquez en ciertas obras como Cien años de Soledad, o Rulfo, lo hayan practicado no significa que haya nacido con ellos. Es más, solo en Latinoamérica nació con Miguel Angel Asturias (Hombres de maíz), autor Guatemalteco anterior al Boom. Borges tampoco escribe Realismo Magico pero pertenece al Boom. Ni Cortázar que, como Borges, tiene cuentos de literatura Fantástica (o Género Fantástico) pero no es, en absoluto, considerado un autor de Realismo Magico. (Creo que se ofendió en alguna ocasión cuando alguien como usted, se confundió).
Una de las mayores exponentes del Genero del Realismo Mágico se llama Isabel Allende (La casa de los espíritus) y, que yo sepa, es mujer. Lo puede llamar : Literatura de realismo Magico, pero en ningún caso «movimiento» ya que eso significaría que estará anclado en un periodo y territorio determinado y, en el caso del Realismo Mágico, nada más lejos de la realidad.
El Realismo Mágico como tal no es exclusivo a Latinoamérica. Alejo Carpentier, en su prologo a El reino de este mundo, lo quería distinguir, para solo el continente americano y lo llamo Lo Real Maravilloso Américano. Y eso es movimiento.
De hecho, la palabra como tal nació en Europa, en los años 20, en Alemania, y se refería a para referirse a unos artistas pictóricos que empezaron a pintar de forma parecida a lo que luego se denominó el Surrealismo.
Espero haberle contestado. Gracias por su mensaje.